VIOLENCIA (DE GÉNERO) SIMBÓLICA


Con este post, quiero retomar un tema que traté antes de las vacaciones de verano: el del sexismo en las imágenes (desde el punto de vista femenino). En algunos de los post anteriores a éste, he hablado de violencia de género simbólica. Todos/as conocemos el significado de violencia de género; pero ¿qué es la violencia de género simbólica? ¿Qué quiere decir el término violencia simbólica? En el siguiente post, he decidido aclarar este término al que tan repetidamente estoy haciendo referencia.

El término lo creó Pierre Bordieu en la década de 1970, y el autor lo define de la siguiente manera:
«La violencia simbólica es esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyándose en unas 'expectativas colectivas', en unas creencias socialmente inculcadas» (Bordieu, 1999c: 173, citado en Fernández, 2005: 7)
«La violencia simbólica es, para expresarme de la manera más sencilla posible, aquella forma de violencia que se ejerce sobre un agente social con la anuencia de éste» (Bordieu, citado en Calderone, 2004: 5).
Asimismo, la Wikipedia explica, de manera muy clara, que "la violencia simbólica es un concepto (...) que en ciencias sociales se utiliza para describir las formas de violencia no ejercidas directamente mediante la fuerza física, sino a través de la imposición por parte de los sujetos dominantes a los sujetos dominados de una visión del mundo, de los roles sociales, de las categorías cognitivas y de las estructuras mentales. Constituye por tanto una violencia dulce, invisible, que viene ejercida con el consenso y el desconocimiento de quien la padece, y que esconde las relaciones de fuerza que están debajo de la relación en la que se configura".

Por lo tanto, estamos ante una violencia no física, pero dominadora. Por medio de ella, los/as sumisos/as aceptan su condición de sumisos/as y dominados/as. Es una violencia que cuenta con la aceptación de los/as agredidos/as, sin recurrir a la fuerza. De esta manera, se configura el "sentido común" y se aceptan normas y roles sociales impuestos. 

Esto es lo que ocurre con la violencia de género simbólica hacia las mujeres (me centraré en ésta, aunque esto no significa que no la haya hacia los hombres). Por medio de ella, se establece el rol de la mujer: se estereotipa y se acepta que debe ser así. La ideología dominante tiene ciertas características: es blanca, occidental y patriarcal. Ésta última característica es la que más relación tiene con la violencia de género simbólica. Como explica la Wikipedia, la ideología dominante impone la "reproducción del dominio masculino sobre las mujeres mediante la naturalización de las diferencias entre géneros". Esta naturalización es fruto de la violencia de género simbólica, pero también de la reproducción de la ideología dominante: por medio de la reproducción, se transmiten/aprenden/refuerzan los roles sociales, las categorías cognitivas y las estructuras mentales. En definitiva, se transmite/aprende/refuerza la visión del mundo que, a su vez, fortalece las bases de la misma mirada blanca, occidental y patriarcal.

Sin embargo, la Wikipedia nos invita a reflexionar sobre este círculo vicioso, explicando que "tenemos que tener en cuenta que el poder simbólico sólo se ejerce con la colaboración de quienes lo padecen porque contribuyen a establecerlo como tal. Según Foucault, no podemos hablar de relación de poder sin que exista una posibilidad de resistencia. El subordinado no puede ser reducido a una total pasividad, sino que tiene la opción de buscar otras formas de responder al poder tanto individuales como colectivas". Tenemos que pensar que se puede romper la cadena de la violencia de género simbólica. Para ello, es totalmente necesario formar y desarrollar el pensamiento crítico. Debemos ser críticos/as con todo los tipos de mensajes que recibimos, para poder luchar (de manera individual o colectiva) a favor de un mundo más equitativo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LAS 5 ÁREAS DE LA COMPETENCIA DIGITAL

HABLANDO SOBRE CONNOTACIÓN PUBLICITARIA

LA IMPORTANCIA DEL PLE: CONCLUSIONES