LA IDENTIDAD DIGITAL: EL PASO A LO PROFESIONAL (I)

Las tecnologías de la información y la comunicación han tenido un desarrollo tan radical, que se han convertido en el eje central de muchos ámbitos sociales: la ciencia, la economía, los estudios científicos de diversas temáticas… Hoy en día, nos cuesta pensar en una acción que no se pueda mediar con tecnología. Incluso las relaciones sociales y la comunicación han dado su paso a lo virtual.

La presencia de Internet en nuestras vidas es una realidad. Siguiendo el mismo hilo, nuestra presencia en Internet se ha convertido en una necesidad. ¿Por qué una necesidad? Porque la sociedad está en la red. Si queremos ser parte de la sociedad, debemos estar presentes en la red. Muchas de las oportunidades, tanto personales como profesionales, están en la red. Por lo tanto, nosotros debemos estar en la red.

El trabajo es muy importante en nuestras vidas: por medio de él nos desarrollamos, aprendemos, nos comunicamos… es un pilar importante que nos ayuda a realizar nuestras vidas. El trabajo, combinado con Internet, nos abre un abanico de posibilidades profesionales y personales. Fusionar lo profesional con lo digital es algo que está a la orden del día. Hablamos de la identidad profesional en la red o, utilizando el término adecuado, de la identidad digital profesional.

¿Qué nos ofrece esta nueva faceta profesional? ¿Es, realmente, una faceta o debe ser parte de nuestra identidad? ¿Qué amenazas supone para los profesionales? ¿Amplía las oportunidades?


En los siguientes posts, analizaremos el término de identidad digital y lo enlazaremos con la identidad digital profesional. Intentaremos descifrar qué debilidades, qué amenazas, qué fortalezas y qué oportunidades nos ofrece, por medio de un análisis DAFO. Por último, relacionaremos esta nueva tendencia con conceptos básicos del ámbito laboral: la formación a lo largo de la vida, el credencialismo, la empleabilidad… Te invito a indagar sobre todas estas cuestiones y a realizar tus propias reflexiones acerca de los temas planteados.

Antes de realizar el análisis mencionado, voy a intentar refrescar un poco el tema de la identidad digitalDebido a los cambios que han impulsado el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación en general, e Internet en particular, nuestra identidad ha dilatado su esencia y se ha extendido a la red. No nos limitamos a utilizar la red, sino que estamos y somos en ella: la identidad digital es parte de nosotros.


Para de Haro, la identidad digital es “la imagen que proyectamos de nosotros mismos a través de los soportes digitales y cómo nos ven los demás. Esta imagen es de gran importancia para todos, tanto si somos usuarios activos de Internet, participando en discusiones, foros, redes sociales o escribiendo en blogs, como si nos limitamos a leer páginas y nada más. Para bien o para mal, la red se ha convertido en una enorme acumulación de información de todo tipo que incluye a las personas y es más que probable que nuestro nombre aparezca en los buscadores aún cuando no hayamos hecho nada relevante en Internet. Esta información, que puede ser de lo más diversa y de fuentes totalmente insospechadas, forma parte también de nuestra identidad digital y nos define y califica ante los demás”.

Ante todo, como dice Omatos, “debemos de tener claro que sólo existe una identidad, somos los mismos en la vida real y en la red, la diferencia está en el medio”. Por lo tanto, podemos considerar la identidad digital como una extrapolación en la red de nuestra identidad personal.

Omatos subraya que, al igual que sucede en el mundo no virtual, “la identidad está distribuida”. De este modo, nuestra identidad digital se construye a partir de nuestros perfiles en diferentes sites: en los blogs, en las herramientas de microblogging [Twitter], en las redes sociales [Facebook, Tuenti, LinkedIn…]… Toda la información y todos los aportes que realizamos en estas herramientas o comunidades conforman nuestra identidad digital; dicho de otra manera, reflejan cómo estamos y somos en Internet.


En los siguientes post nos centraremos en cómo somos profesionalmente en la red. Es decir, el ámbito profesional de nuestra identidad digital: la identidad digital profesional.

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