CONCLUSIONES DEL ANÁLISIS DAFO DE LA IDENTIDAD DIGITAL PROFESIONAL
Después de realizar el análisis DAFO de la identidad profesional en la red, voy a intentar relacionar esta nueva tendencia con aspectos importantes del ámbito laboral: el credencialismo, las competencias, la formación a lo largo de la vida y la empleabilidad..
Respecto al credencialismo, podemos decir que los credenciales no son lo único que importa la identidad digital profesional. En Internet, prevalecen las acciones que, al fin y al cabo, es lo que se escribe. Nos damos a conocer y construimos nuestra NetRep por medio de nuestras acciones: los pensamientos y opiniones que publicamos, el material que aportamos, los enlaces que compartimos… Todo ello refleja nuestras capacidades, habilidades y competencias. Por supuesto, los credenciales les dan peso a nuestras acciones, pero las habilidades sociales y comunicativas tienen especial peso en la identidad digital profesional. Debemos demostrar en la red lo que nuestros credenciales dicen que sabemos hacer, las competencias asociadas a ellos.
Si hablamos de formación a lo largo de la vida, debemos hablar de PLE [Entorno Personal de Aprendizaje o Personal Learning Environment]. Como hablé en posts anteriores, según Adell, “un PLE es un enfoque del aprendizaje: no es una aplicación, no es una plataforma. […] Es una manera de entender cómo se aprende. Tú te fijas tus propios objetivos como aprendiz, escoges tus maestros, herramientas, contenidos...”. Esto tiene mucha relación con la identidad digital profesional, ya que por medio de todos los contactos profesionales que realizamos en la red, podemos llevar a cabo el aprendizaje informal al que se refiere el PLE, tan importante para la formación a lo largo de la vida. Este aspecto no se centra en el credencialismo. Adell nos explica que “en un PLE no hay evaluación, título o estructura institucional formal”. El mismo autor destaca que es la “posibilidad que nos da Internet de utilizar un conjunto de herramientas gratuitas, recursos y fuentes de información y contactos con personas para aprender y desarrollarnos profesionalmente”. Al fin y al cabo, podríamos decir que la identidad digital profesional es la identidad que tenemos dentro de un entorno personal de aprendizaje que nos posibilita desarrollarnos profesionalmente. Es un enfoque que toma muy en cuenta la necesidad de aprendizaje a lo largo de la vida. Por medio de ello, trabajaremos capacidades, habilidades y competencias necesarias tanto en el ámbito laboral como en el resto.
Por último, hablaremos de empleabilidad. Como nos explica Orgemer, este término hace referencia “al potencial que tiene una persona [perfil profesional] en ser solicitada y deseada por la empresa, y a la capacidad de una persona de obtener la máxima rentabilidad de su perfil”. Por su parte, Pérez explica que “para la OIT (ver el buscador especializado ILOTERM) la empleabilidad se define como: la capacidad de conseguir y conservar un empleo; capacidad de sintonizar con el mercado de trabajo, de poder cambiar de empleo sin dificultades o de encontrar un puesto de trabajo. Fundipe la define como ‘la capacidad que una persona tiene para tener un empleo que satisfaga sus necesidades profesionales, económicas, de promoción y de desarrollo a lo largo de su vida’” (2004: 6). Como hemos comentado más arriba, la construcción de la identidad digital profesional nos abre horizontes, nos brinda oportunidades de realizar contactos, de conseguir valoración y reconocimiento y de búsqueda de empleo. La empleabilidad es un aspecto que también se ve beneficiado en el desarrollo de la identidad profesional en la red. Gracias a los PLEs, las personas nos desarrollamos profesionalmente y conseguimos que nuestro perfil sea más rentable. Eso quiere decir que tenemos la oportunidad de que nuestra empleabilidad mejore. Según Orgemer, “para trabajar sobre ella hay que cuidar tres cosas: conocerse, formarse y venderse”. La construcción de la identidad digital profesional nos brinda oportunidades para formarnos y darnos a conocer; por lo tanto, podemos decir que invertir en la construcción de la identidad profesional en la red nos aporta una mejora en nuestra empleabilidad.
Como conclusión, después del análisis DAFO realizado y de las relaciones encontradas con aspectos importantes del ámbito laboral, quiero destacar que la identidad digital profesional nos ofrece la posibilidad de crear y/o dar valor añadido a nuestro perfil profesional. Por medio de su construcción, se añaden capacidades y habilidades comunicativas a nuestros credenciales, obtenemos espacios y oportunidades de formación y desarrollo profesional, y nuestra empleabilidad mejora. La orientación y el desarrollo de nuestro perfil profesional están en nuestras manos, y su difusión, valoración y reconocimiento en el poder de la red.
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